El Ayuntamiento de Sant Llorenç de Hortons nos contactó con Gravis para mejorar la acústica de sus oficinas, ya que el sonido de las conversaciones, teléfonos, impresoras... rebotaba en las superficies lisas de los techos, paredes y ventanas. Esto provocaba un ruido de fondo que dificultaba entender el habla y hacía necesario subir la voz para comunicarse, convirtiendo la sala en un espacio ruidoso, poco saludable e inadecuado para la comunicación, la concentración y el trabajo.