5. Volumen del espacio y distancias a cubrir
La morfología de un espacio en el que debe operar un sistema audiovisual condiciona muchos de los parámetros de los dispositivos que formarán parte de este: la resolución y tamaño de las pantallas, la potencia del sistema de sonido, la necesidad de sistemas compactos y con mínimo cableado, la colocación de cada altavoz en el espacio teniendo en cuenta la fase y su dispersión... Relacionado con este aspecto, también debemos tener en cuenta dónde se situará nuestra audiencia, ya que por ejemplo en pantallas de LED se determina el tamaño del píxel en función de la distancia del observador.
6. La iluminación del espacio.
El tipo de luz (natural o artficial), la cantidad de luz (lumens) y su temperatura de color (cálida, fria) son parámetros muy importantes de un espacio a la hora de escoger un tipo de sistema de reproducción de vídeo y sus características. Por ejemplo, la mayoría de proyectores no responden bien en espacios con grandes ventanas, luz natural o sol directo, a menos que haya cortinas o elementos para oscurecer el espacio. Sin embargo, existen monitores y pantallas LED con una alta luminosidad, pensados para funcionar en zonas muy iluminadas. Otras veces la mezcla de luminarias de distinta temperatura de color en una sala, pueden empobrecer la calidad de imagen de un sistema de streaming o videoconferéncia.
7. La acústica y la electroacústica.
Si un espacio sufre de un mal diseño acústico no podrá garantizar la calidad sonora que su uso requiera. No importa lo bueno que sea el sistema de sonido instalado si la sala no funciona acústicamente. Por tanto, tener en cuenta la acústica de un espacio es imprescindible para que los sistemas audiovisuales instalados rindan correctamente. Para solucionar la acústica de un espacio, existen diferentes soluciones y materiales.
Otro elemento a tener en cuenta es la electroacústica, la parte de la acústica que tiene como objetivo el estudio, análisis y diseño de los dispositivos que tienen la capacidad de convertir la energía eléctrica en acústica y al revés (micrófonos, altavoces, ecualizadores, limitadores…). Es decir, se tienen en cuenta aspectos como el calibrado y ecualización del sistema según la respuesta frecuencial del espacio, la colocación de los altavoces teniendo en cuenta la fase para evitar cancelaciones, obtener el máximo rendimiento de los altavoces…